Changes.

Nueve de Julio del 2013. Ha pasado mucho tiempo desde que no escribo, y han cambiado muchas cosas desde entonces.
Acabo de terminar mi primer año de carrera. Al final me decidí por hacer ADE+ Derecho, y la verdad no fue tan malo como me imaginaba en un principio. Fue una decisión difícil, pero dicen que las cosas suceden por algo ¿no?
Bueno, qué contar de mi experiencia universitaria... simplemente ha sido genial. Tal y como me imaginaba que sería la universidad. Sobre todo me refiero a la gente. He hecho buenos amigos allí, y se que este verano voy a echar mucho de menos a algunos de ellos que no podré ver.
Quedó atrás la tristeza, los bajones, los días grises. Está claro que mi vida no ha sido perfecta desde aquel entonces, ni muchísimo menos. Pero ahora veo las cosas diferentes, afronto los problemas de otra manera, soy más optimista y más fuerte. No tengo miedo de estar sola frente a la vida, ni resolver mis problemas. He decidido que es mejor coger al toro por los cuernos y dejar de refugiarme en papá y mamá. He decidido ser yo la que tome mis propias decisiones y ser yo mi propia solución. En fin, he crecido, he madurado, el tiempo ha pasado... 
Y todavía me queda mucho por descubrir, tanto malo como bueno, pero ya no tengo miedo. Que venga lo que tenga que venir, bienvenido será. Porque todos y cada uno de mis fallos me han traído hasta aquí, hasta la persona que soy hoy y puedo decir que estoy orgullosa de serlo. 
Cada suceso de la vida te cambia, cada persona, cada desgracia, cada alegría, cada carcajada, cada viaje... 
te llevan hacia el camino correcto, el camino de tu vida.
Y veo una foto de cuando era pequeña, y me paro a pensar en todo el tiempo que ha pasado, en todo lo que aprendido, lo que he sufrido, lo que reído, lo que he vivido. Es bestial como puede cambiar una persona en un espacio relativamente corto de tiempo. De los 12 a los 14. De los 16 a los 18. Y así sucesivamente... Sí, somos nosotros, nosotros mismos, en nuestro interior tenemos los mismo sueños e ilusiones, pero más ganas de vivir que nunca. Pero también nos hemos transformado, hemos evolucionado, hemos crecido;.. hemos cambiado.  
Ya no soy tan ingenua ni tan insegura como antes. Ya no permito que nadie que me pise. Ya no me siento inferior, porque todos somos iguales, y todos somos personas. Ya no me callo cuando tengo que responder. Ya no tengo miedo a lo que piensen los demás porque cuando hago algo, lo hago convencida y con todas las consecuencias, y no necesito nadie a la espalda que me esté apoyando para hacerlo. Soy consecuente con mis actos y palabras, y cuando me equivoco lo reconozco. Pero sin llantos. 
Me siento más libre que nunca. Me siento segura de mí misma y con toda la fuerza que necesito para mirar hacia delante y no desperdiciar ni un solo segundo en volver la cabeza, en pensar en personas, problemas, o sufrimiento del pasado. Todo eso quedo atrás, con todas esas personas.
 Ahora he vuelto a creer, en la amistad, en los sueños, en que el mundo puede cambiar con pequeños actos. Y creo que la vida me está recompensando por todo lo malo pasado, poco a poco, como dice la canción de fito," ahora el viento viene de otro lado". Y ante todo me siento una afortunada de poder estar hoy aquí escribiendo esto. Y sobre todo, porque todavía me queda mucho, muchísimo.

Ahora soy feliz, y no porque precisamente no tenga problemas. Los tengo y muchos, pero a pesar de ello lo soy. Intento levantarme cada día con una sonrisa, ser positiva, no agobiarme en exceso, disfrutar cada segundo del presente porque lo demás es incierto, intento hacer reír a la gente que me quiere, y estar ahí cuando me necesiten...
Intento ser mejor persona. 

Quiero agradecer a cada persona que ha entrado en mi vida este año, sobre todo a ellas, porque son increíbles. Verdaderamente me he sentido querida y apoyada, y sé que es recíproco. Por primera vez he sentido que encajo con alguien, que puedo ser yo misma, que si tengo algún problema ellas van a estar ahí. Porque poco a poco me lo han demostrando y espero que sea así para siempre, y por supuesto yo para ellas. 

Porque la amistad, como bien dijo un poeta cuyo nombre no recuerdo, es un mismo espíritu repartido en varias personas. A veces la puedes encontrar en quien menos esperas. Y yo he tenido mucha suerte de encontrarla en ellas.